La apropiación de la «verdad»

CASI NADA

Ni acercar posturas

Ni dialogar , ni siquiera vivir en paz.

No se ha averiguado la verdad entre la pareja,no solamente continúan con sus insatisfacciones, además yo diría que hay un cúmulo de rabia contenida.

Eva me llama, no puede más:

– Damian- grita.–Tiene una mochila personal cargada de resentimientos, dudas y situaciones sin resolver, son pesos pesados,  sus circunstancias le exigen demasiado.

Esas situaciones son hechos que rodean a Damián y por ende golpean a Eva, inaceptable.

Eva repite:

–No puedo más, nuestra relación está bloqueada.

Repite como un mantra, los Mantras son palabras con poder. Palabras utilizadas para crear y transformar. En este caso, ni crean, ni transforman, aburren, agobian, y no llegamos a nada.

Eva continua:

–Además, hubo una bofetada.

Se hace el silencio, y contesto:

—En una resolución de conflictos, si ha habido agresión en la pareja, no puede haber mediación. En resumen no hago nada como Mediadora.

Eva, alza la voz:

— Yo le quiero, es que hay muchos temas a su alrededor, le agobian, realmente el no piensa así.

—Eva, si hay violencia de género no puede haber mediación, el Art. 44.5 de la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, prohíbe la mediación .

Eva se desarma, la noto fuera de sí al otro lado del teléfono, y confiesa que ella también utiliza violencia, aunque sea en los objetos, en los muebles, que por favor continúe con ellos.

Mi situación como profesional es clara,  los Tribunales inciden en las ventajas de la mediación para ayudar, pero en este caso, ya con conatos de agresividad indico a Eva, que mejor llegamos a un acuerdo para evitar la judicialización total de sus conflictos, solo para solventar los temas de índole personal y patrimonial en esa separación, que creo ya es obligatoria.

Son muchos meses, y no solo no hay comunicación, si no los dos han utilizado métodos totalmente inapropiados para erradicar el conflicto.

Eva implora:

—Y si vamos los dos, con Damian?, aunque sea una última vez, luego si nos dices que es lo más conveniente nos separamos.

Lo dudo, lo pienso detenidamente, se hace complicado no escucharla, pero la Ley está ahí, y de pronto pienso que en Derecho se reconocen como conceptos jurídicos indeterminados y su grado de precisión tiene que determinarse en caso concretos.

Esto no es un concepto jurídico, pero si hay ciertas actitudes violentas amparadas por la Ley, vamos a precisar el caso concreto oyendo a Damian.

Por ello, llamo a ambos.

Nuestros encuentros han sido sin fechas fijadas regularmente, suponía que ellos llegarían a la grandeza de decidir, de entender su problema, de erradicar el continuo conflicto que como el convidado de piedra se había instaurado en su convivencia.

En el despacho hay una calavera real encima de mi mesa, que nos recuerda el breve paso por la vida, y un aire irrespirable a pesar de ser un día fresco y libre, bueno, la única que es libre es la incertidumbre, el resto está cautivo en un momento que no se define.

Me dirijo a ellos

–Damian, Eva, hace 10 meses que os pusisteis de acuerdo,  por propia voluntad, aceptar mi trabajo para llegar a alcanzar una acuerdo en vuestro conflicto de pareja

—Vuestras comunicaciones estaban quebradas, rotas, buscasteis un tercero, que evitara la ruptura, que os ayudara a alcanzar un acuerdo. La Mediación trata de identificar los reales intereses de las partes y trata de conocer los comunes. pero intuyo que el conflicto se ha agravado.

—Como profesional neutral, sin ningún poder de decisión me debo a la confidencialidad de lo tratado, y Eva me ha contado acciones que me han sobresaltado.

—Damian, al hablar ayer con Eva constaté que no solo, no hay acuerdo satisfactorio, si no que el conflicto se ha agravado. Quiero recordaros que esto no es ni una práctica jurídica, vuelvo a recordar no tengo ningún poder de decisión, ni un servicio de carácter terapéutico.Si sabréis que las lesiones en el ámbito familiar pueden llevar a un proceso penal, y que inclusive puede haber medidas cautelares de alejamiento y prohibición de comunicarse, por lo cual se irrealizable la Mediación.

Eva, empieza a hablar

–Damian lleva un tiempo yendo al psicólogo.

–Tiene una especie de ansiedad debida a una carga emocional familiar,la muerte de su padre.

–Determinadas circunstancias que le hacen «ser responsable» de hechos que él no está obligado a cargar.

–Creo que está sobre saturado, y pasa por situaciones radicalmente opuestas, desde emociones positivas a emociones negativas y viceversa.

Damian, se levanta, y de pronto rompe en llanto.

El momento se congela,se define, Damian tiene una emoción con alto contenido negativo, está abatido, yo diría que su autoestima está arrastrándose por el suelo.

El silencio absoluto rodea el despacho , y como si fuera un muñeco se mueve de lado a lado y como ayer Eva por teléfono, dice:

–No puedo más

–He intentado comprenderte Eva, he estado ahí pendiente de tus exigencias, necesidades, pero de ti no tengo, por no tener, ni un abrazo.

–No sé si como hombre tengo más desarrollado el hemisferio izquierdo, el de la racionalidad, pero te puedo asegurar que soy capaz de emocionarme, de sentir Amor.

–Es verdad que te dí una pequeña bofetada, pero es lógico pensando que previamente tu casi echas la puerta abajo, y no fue el único conato de violencia, algún objeto se estampo contra el mármol, y esas palabras hirientes hacía ,algunas resuenan en mi cerebro cada momento del día.

Damian, trato de silenciar, de momento, a un hombre, que como si le hubiesen clavado una daga ahí en ese cerebro profundo, donde priman las emociones, ha tomado verbalmente el mundo, y por fin. se ha desahogado:

—Te recuerdo  cuando viniste a verme solo, tu no eras»culpable» de nada, era Eva , incluso te sacrificaste y aceptaste otro hijo. Ahora tenemos incluso violencia.

—La violencia de género no responde a ninguna lógica natural, sino a un exceso de cultura patriarcal.

—Igual no eres consciente de ello, pero igual guarda cierta coexistencia con el recuerdo de tu padre, que valoraba la lucha, la jerarquía, el poder, sobre todo la apropiación racional del control, y del dominio de los otros a través de la apropiación de la verdad.

—La apropiación de «la verdad», el control sobre otros seres humanos, el control sobre Eva, que no solo es distinta, si no que para ti es un escollo, no justifica tus actuaciones, y eso que te haces»victima»continuamente para que todo el mundo apoye esa apropiación de «tu verdad».

Eva

—Si recuerdas también, esa primera reunión, tampoco eras «culpable de nada», Damian solo hablaba de su trabajo, de su baloncesto, te atrevías a juzgarlo:

– «Esta agotado».

– «Esta agobiado».

—Le consideraste «problemático», le recomendaste un psicólogo.

—Tu eras la madre amantísima, ya sabes grado superlativo del «amor», cuasi perfecta, con unos padres volcado en vosotros, y unos suegros autoritarios y poco recomendables para llevar a tus hijos.

—Esos dos hijos, que se hablo de ellos, de lo importante de tener equilibrio, para ser parte positiva y activa en la construcción y evolución de la sociedad.

—Creo que no hemos conseguido nada, era cuestión de voluntad y responsabilidad.

—Finalmente, creo que he concluido mi trabajo profesional, la mediación no obtuvo su resultado, ambos tenéis que dirimir ahora que hacer con vuestra unión, si no sois capaces de encontrar un espacio común, si ambos sois tan «sabios» que lo sabéis todo, solo me queda deciros que vuestra separación puede ser menos traumática, si como mediadora os ayudo a solventar las diferencias de índole personal y patrimonial.

ESPERO VUESTRA RESPUESTA.

Buenas tardes, y se levantan y se van, y..

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