No perseguimos lo inmediato
LA UTILIDAD DE LOS AÑOS
Nos movemos en un ambiente físico, en un ambiente mental…
Hay sillas, una mesa, y ya sabéis, una calavera.
Allí a lo alto, un reloj, nos marcara el tiempo, e igual, en algún momento nos hablará de posibilidades.
El tiempo, a veces, nos da la razón, o, escandalosamente, nos la quita.
Manuela, Juan, ambos suman casi 140 años, rastrean su vista por el entorno, transitan entre las realidades?….seguramente sus vivencias y aprendizaje forman una bola de emociones que puede, o puede que no, nos alejen de «SUS realidades».
Necesito identificar a las partes, lo que cada una de ellas considera: EL OBJETO DEL CONFLICTO.
LOS AÑOS DE JUAN
— Tengo 70 años, puede que sepa más de lo que sea capaz de expresar, pero no me gusta demasiado hablar, es mucho más sencillo que la vida transcurra plácidamente.
Mis cimentos íntimos y familiares provienen de una familia de provincias que se abrió paso en la capital en en plena posguerra española. De ellos aprendí un modelo familiar, y porqué no decirlo una jerarquía patriarcal.. Por lo cual mis valores eran esos, y sobre todo eran valores de entrega, de lucha encarnizada para salir adelante.
Había un lenguaje totalitario, una dictadura, no era muy consciente de esa imposición de pensamiento. Mi padre era muy inteligente y nos enseño a vivir bien.
Mi personalidad vino de ese aprendizaje, pero tuve suerte , formación media, trabajo a los 18 años y nos casamos a los 24.Todo dentro de un orden, ahora esto es un infierno.
A los hombres se nos condenan por ser hombres…y si nos hieren nos volvemos vulnerables..
MANUELA ELEVA EL TONO E INTERRUMPE
—-No es una penalización, he procurado exculparte de esos cimientos , de ese modelo cultural que unas y otros hemos arrastrado durante tantos siglos.
Nos enfrentamos a una escena previsible y temida, pero la tenemos que afrontar.
Manuela- digo- debemos respetar los turnos de palabra , es importante la asertividad, la empatía, hay que generar, no destruir.
Seguramente Juan, trata de explicarnos un elemento importantísimo en nuestra conversación, el contexto donde transcurrió su aprendizaje, y lo que yo he captado es dolor…ahora los años, sus años no tienen la capacidad de ser útiles.
Vuestra convivencia le produce dolor.
Ha identificado los roles estereotipados que le han acompañado toda su vida, y se ha sentido cómodo.
Manuela, continua por favor
LOS AÑOS DE MANUELA
—La verdad es que no sé como empezar, es dolorosa nuestra situación, estamos a años luz de acercar nuestros deseos, de ponerlos en común. Nos comportamos como dos animales, nos es difícil vivir como personas.
Me eduque en un pueblo de provincias, con el nacionalcatolicismo, doctrina de la iglesia católica. Nos educaron para formar y hacer una buena familia, para tener hijos y educarlos, además de la comunión de la hostia los domingos, obligatorio, sino había represalias en clase, nos formaron en el triunvirato.
El triunvirato: esfuerzo, responsabilidad y disciplina.
No había necesidad de psicofármacos, ni nos entumecía el cerebro una pantalla, ni cogíamos el móvil.
No sé si nos frustrábamos por no celebrar nuestro cumpleaños, o por no tener una dieta variada, pero cada día, yo me levantaba alegre.
Llegas al matrimonio a los 21 años, con una energía inmensa, siempre alegre, y dando gracias por cada momento del día…
Juan empieza un trabajo que le impide venir todos los días, yo lo entiendo y me pierdo en El Prado, alguna vez también en en el psiquiatra…pero ante la medicación decidí tomar decisiones, y tuve un hijo.
Los años son maravillosos, útiles, magníficos…friego, barro, plancho, busco trabajo, sigo desdoblándome, no me paro a pensar, a veces invado, golpeo…pero tengo que seguir, el triunvirato está ahí.
Si, parece- intervengo- que las influencias pasadas de ambos, de todos en general son claves en nuestra conducta actual.
Manuela, tu conversación interna nos revela una educación severa, pero, aunque no lo he vivido, intento pensar como sería esa educación , ignorando vuestros derechos, reprimiendo vuestra libertad.
MANUELA
—Si, fue difícil, me case demasiado joven, pero no había problema para llevar un hogar, había hecho todas las tareas caseras, fueran masculinas o femeninas. Era la mayor y eso me llevaba a actuar en todos los trabajos.
JUAN
—Manuela tiende a dramatizar esa vida, esa existencia, que al fin y al cabo era común a la sociedad de entonces.
Juan, Manuela, esta conversación es vuestra, ruego diálogo, ruego ser consciente que son vuestras vidas, vuestra compañía, la utilidad de vuestro tiempo lo que habéis puesto en juego, y a mi no me contáis nada. Os escucho, pero no tengo una decisión.
Quiero que penséis por vosotros mismos comportarse sabiamente y tomar una decisión, tenemos dos:
Alcanzar un acuerdo y romper vuestra historia en común
Mejorar relaciones
Hablar de vuestro pasado, de vuestro aprendizaje nos lleva al objeto del conflicto.
Somos un compendio, y la genética está ahí, el aprendizaje e importante, el entorno.
Los cuerpos de ambos, sujetos malamente en una silla, les llevan a una gestualidad , a una postura, unas veces defensiva, otras abriendo distancia con esa pareja con la que ha compartido ilusiones, hijos, sexo, vivencias, proyectos…
Ahora arrastran deseos individuales, sin saber si los quieren compartir…no es un drama, es la convivencia.
El lenguaje de Juan es tranquilo, a veces irritado, como que no entiende nada.
Manuela tiene resentimiento, una entonación autoritaria, parece muy segura de si misma, en el fondo busca soluciones.
Manuela, Juan, estas conversaciones internas y externas nos llevan a transitar entre las realidades, pero también las posibilidades, ya sabéis, ese reloj que pende en la pared nos puede ayudar y dibujar un escenario de futuro.
De momento, nos quedaremos con la idea que hay respeto entre ambos , y también vivencias, emociones, trabajo en común…el próximo día hablaremos realmente de ese tiempo en común.
Podemos enfrentarnos a escenas temidas, pero es necesario que ambos seais conscientes de vuestras percepciones.
Pasado mañana a las 18:30